Somos una institución con una propuesta educativa que nos define y está al servicio de la sociedad y de la iglesia.

• Una educación humanista cristiana: Nuestra propuesta cree en la posibilidad de llegar a ser mujeres y hombres nuevos para la construcción de un mundo nuevo, lo cual es una de las tareas educativas. La persona es el centro de la acción educativa y ofrece una educación integral que contribuye al desarrollo armónico de todas sus potencialidades.

  Busca la posibilidad de crear dialogo entre diferentes culturas y acompaña el crecimiento en la fe de los miembros de la comunidad educativa, desde el respeto a la libertad personal y a las diferentes creencias y religiones.

• Una educación de calidad: Busca la eficiencia de cada uno de los procesos que conforman la tarea educativa. Nuestro centro se caracteriza por estar en un constante proceso de apertura y renovación, la evaluación continua y la introducción de planes de mejora y utilización de estrategias para la mejora del aprendizaje. La formación permanente de los educadores es garantía de la calidad educativa.
• Una educación para la solidaridad: Se trabaja la responsabilidad social y el desarrollo para que contribuya a la transformación y mejora de la realidad.
• Una educación que va más allá del aula y de lo establecido. Buscando otros espacios educativos que favorezcan la educación integral y la vivencia de la interculturalidad.
• Una educación que se realiza con otros desde un trabajo conjunto y complementario. La acción educativa de la Compañía de María es un proceso abierto y plural, que se sustenta en un tejido de relaciones interpersonales estructuradas en torno a un proyecto común.
• Una educación que se ofrece como servicio: Los educadores son testigos con su palabra y su vida de los valores y principios con los que se quiere educar. El docente educa y es un modo de acoger y transmitir la vida.

Somos una institución que ofrecemos una propuesta educativa propia, ser educador Compañía de María es algo que va más allá de una función o una tarea.

Se rige por los siguientes principios filosóficos- pedagógicos:

• “Todos no calzan el mismo pie”: Se ofrece una propuesta educativa que responda a las necesidades de cada persona y que desarrolle todas potencialidades.
• “Relación que acompaña, integra y ayuda a crecer”: El estilo propio Compañía de María es caminar con la persona, en un clima de proximidad y afecto, posibilitando que cada uno recorra su propio camino.
• “Formación de cabezas bien hechas más que bien llenas”: Más allá de la transmisión de contenidos, se potencia el desarrollo de la interioridad-ser, de las capacidades saber, habilidades saber- hacer y motivaciones querer- hacer, a la vez se estimula la formación de un pensamiento reflexivo, abierto y solidario.
• “Educar en la vida y para la vida”: Se prepara a la persona para afrontar las situaciones nuevas y los desafíos que la realidad presenta desde unos principios éticos y evangélicos.
• “Educar en comunidad desde un proyecto común”: El desarrollo del proyecto educativo requiere una comunidad, donde cada uno de sus miembros tiene su lugar y una aportación especifica. La tarea educativa es tarea de todos, no educa una persona aislada sino todo un ambiente.
• “La mujer debe salvar a la mujer”: Busca acompañarla en la afirmación de su identidad y en el desarrollo de las potencialidades que le permiten desempeñar el papel que le corresponde en la transformación de la sociedad. Educa para la equidad y la complementariedad.
• “No dejar apagar la llama”: Se ofrecen los medios para que cada persona pueda darse el encuentro entre cada persona y el Dios que la habita. Con conciencia de que la fe es un don, educar para la trascendencia es una llamada a ser, personal y colectivamente, testigos y referentes del Dios de Jesús.